Por: Adriana Jerez & Juan C. Ríos-Orjuela
Laboratorio de Ecología Evolutiva. Departamento de Biología. Facultad de Ciencias.
Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá
Alguien conocido camina por allí, sé de quien se trata por su robustez, su altura y el estilo como camina, es decir, se inclina o no al dar un paso y lo hace de manera lenta o rápida. Así se identifican también otras especies de animales, indicando que no es lo mismo como se desplaza un primate terrestre como el Homo sapiens, respecto a otros primates terrestres o arborícolas. Algo similar ocurre en las lagartijas del género Anolis, que se caracterizan por presentar la mayor diversidad dentro de los reptiles en Colombia con 78 especies y se especializan en vivir en la vegetación, es decir, son arborícolas (Fig. 1).


Figura 1. Lagartos arborícolas del género Anolis en la región Andina de Colombia. A la izquierda A. heterodermus. A la derecha A. tolimensis. Fotografía Paola M. Sánchez y Juan C. Ríos-Orjuela.
En un bosque, los Anolis se encuentran trepando desde pastizales y arbustos, hasta árboles con alturas superiores a 10 m. En las zonas altas de la región andina habita un lagarto estrictamente arborícola, llamado Anolis heterodermus, robusto, de cuerpo comprimido y con extremidades notables; habita en arbustos, usando específicamente las ramas delgadas (Fig. 1). Mientras que, en zonas más bajas de la región andina habita otro lagarto llamado Anolis tolimensis, más pequeño, de cuerpo cilíndrico, y de extremidades largas; se desplaza desde el suelo al estrato herbáceo, y a lugares bajos de arbustos y árboles usando los troncos y las ramas (Fig. 1).
Encontramos que estas especies se diferencian en la forma general, los huesos y los músculos, lo cual se relaciona con la forma de desplazarse en los estratos de la vegetación (Fig. 2). Es así que, A. heterodermus, un lagarto robusto, exhibe los huesos de las extremidades más anchos, con mayor masa en aquellos músculos que permiten flexionar las extremidades y específicamente los dedos y por lo tanto, pueden agarrarse de las ramitas más delgadas; especializándose en un movimiento lento y controlado en superficies verticales, con pasos anchos y poco frecuentes. Mientras que, A. tolimensis, un lagarto pequeño y grácil, exhibe huesos delgados y los músculos con mayor masa son aquellos que les permiten hacer movimientos de rápida reacción; entonces sus pasos son amplios y más frecuentes, permitiéndole desplazarse velozmente sobre diferentes superficies de la vegetación.

Figura 2. Forma general y algunos elementos esqueletos de A. heterodermus (A) y A. tolimensis (B). Detalles de la mano (arriba), cintura pectoral (medio) y cintura pélvica (abajo). Figura tomada de Ríos-Orjuela et al., (2019). Fotografías de esqueletos tomadas por Juan Sebastián Camacho Bastidas. Siluetas de lagartos por Juan C. Ríos-Orjuela.
Para encontrar las diferencias entre estas especies se analizaron los huesos de las extremidades y cinturas, y los músculos asociados. En el campo se hicieron pruebas de desempeño, las cuales consistieron en grabar los individuos corriendo en dos plataformas, una delgada y una gruesa. Estas imágenes se cuantificaron para determinar la velocidad promedio, la longitud y la frecuencia de los pasos para todos los individuos, y así caracterizar su modo locomotor.

Figura 3. Anolis heterodermus se caracterizan por usar las ramas delgadas de la vegetación. Las especies del género Anolis, dependiendo de la especie, se pueden encontrar sobre hojas, ramas o tallos, y a diferentes alturas desde el suelo, ya sea sobre la hojarasca, la vegetación herbácea, el sotobosque o el dosel. Fotografía Paola M. Sánchez.
Los trabajos de morfología funcional, como este, permiten identificar mayores detalles de la anatomía y ecología de las especies. En este caso, la conservación de la heterogeneidad original de los bosques y las selvas es fundamental para la sobrevivencia de estas especies por las particularidades en el uso del hábitat, ya que se encuentran en un lugar específico dentro de ese ecosistema; evidenciando que en el momento que dejen de existir estos estratos vegetales, estas especies desaparecerán (Fig. 3).
En este sentido, el concepto de biodiversidad no solo implica el número de especies, sino aspectos esenciales como la variedad de formas, y multidimensionales como la historia natural y ecología de las especies que habitan en un ecosistema. El abanico de posibilidades en la naturaleza revela que las especies arborícolas no usan los mismos lugares dentro de la vegetación, y de acuerdo con esto, varían en su anatomía, y en su modo locomotor, impactando directamente sobre su sobrevivencia.
En conclusión, los trabajos en morfología funcional destacan la diversidad morfológica y ecológica, y la imperante necesidad de la conservación de los ecosistemas en los países neotropicales; ya que existen organismos altamente especializados en el uso del hábitat, como las lagartijas del género Anolis (Fig. 4). Sin olvidar, que todos los organismos de la naturaleza son el resultado de procesos históricos y evolutivos, que también son factores que deben considerarse dentro de la valoración y conservación de los ecosistemas.

Figura 4. Anolis tolimensis hace parte de un género que depende de la conservación de los ecosistemas, en especial de la heterogeneidad ofrecida por la estructura vegetal, y por esto son indicadores de la calidad de los bosques y selvas. Fotografía Grupo Estudiantil Herpetos UN.
Bibliografía
Ríos-Orjuela JC, Camacho-Bastidas JS, Jerez A. 2019. Appendicular morphology and locomotor performance of two morphotypes of continental anoles: Anolis heterodermus and Anolis tolimensis. Journal of Anatomy 326 (2): 252-273
×Nota derivada del Taller Teórico - Práctico "LOS SENTIDOS DE LA CIENCIA". Recursos para el desarrollo de productos de divulgación. Vicedecanatura de Investigación y Extensión Facultad de Minas, Universidad Nacional de Bogotá, Sede Medellín. 19 y 26 de junio de 2020, y 24 de julio de 2020.
Compartir con las comunidades los saberes adquiridos en la academia, es algo que biólogas y biólogos tenemos el compromiso de hacer. Un país tan megadiverso como el nuestro lo amerita. Solo se aprecia aquello que se conoce y, en consencuencia, se procura su protección.
-ED