Gulas, patrones y colores
Por: Martha L. Calderón-Espinosa & Juan Diego Rodríguez
Instituto de Ciencias Naturales
Grupo de Morfología y Ecología Evolutiva
Facultad de Ciencias
Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.
A veces lo que vemos no es lo que se quiere mostrar. Un Anolis exhibiendo el abanico gular llama la atención no sólo de otro Anolis, sino también de los ojos hambrientos de un ave. Un cuerpo colorido puede despertar interés no deseado en un lagarto más grande. Aun así, la gula y el color son imprescindibles para la comunicación entre estos lagartos. Veamos cómo difieren los sexos de Anolis en estas características.
A los Anolis les queda muy bien el exceso de piel debajo de la garganta, y eso es precisamente lo que es el abanico gular. Un pliegue de piel que cubre cartílagos calcificados delgados que se ubican en el piso de la cavidad bucal, y que con ayuda de fibras musculares y tejido nervioso despliega y retrae a voluntad.
Figura 1. Abanico gular de Anolis fuscoauratus. Foto: Martha Calderón.
Hay abanicos de distintos tamaños y colores. El tamaño se define por la amplitud cuando está extendido y la superficie del cuerpo que abarca; si termina sobre la misma garganta es pequeño, mediano si llega hasta el pecho o grande si alcanza el vientre. En cuanto a los colores y el patrón de coloración, es decir, la forma en la que los colores se distribuyen en el abanico, hay mucha variación (Fig. 2).
Figura 2. Diversidad de tamaños, patrones y colores en abanicos gulares. Fotos: Martha Calderón.
Sin embargo, cuando un Anolis extiende el abanico no puedes asegurar si se trata de un macho o una hembra. En la mayoría de las especies sólo los machos tienen abanico como en A. gorgonae (Fig. 3), pero en algunas los dos sexos lo presentan, por ejemplo en A. dracula o A. heterodermus.
Figura 3. Ilustración de una hembra Anolis gorgonae. Autor: Nicolás Castillo.
En el caso de que los dos sexos tengan abanico gular, el de los machos puede ser más grande o ser igual en tamaño al de las hembras. Los abanicos también pueden ser diferentes en los colores y en el patrón de coloración (Fig. 4). El abanico gular se usa en el contexto reproductivo, de defensa del territorio, para disuadir predadores e inclusive en el reconocimiento entre especies. Sin embargo, la mayoría de los estudios se basan en machos, y poco sabemos sobre la función del abanico en las hembras.
Figura 4. Diferencias en la coloración del abanico gular en A. lyra (macho izquierda, hembra derecha). Ilustración: Martha Calderón.
De hecho, hasta hace poco se pensaba que el abanico gular no cumplía una función específica en las hembras, sino que más bien se trataba de un “efecto colateral” de la selección en machos. Se ha encontrado que posiblemente las hembras también están utilizando su abanico gular para comunicarse, ya sea para cortejar a los machos, defender territorios o para facilitar el encuentro entre sexos en microhábitats donde sea muy difícil encontrarse, como el dosel de los bosques o las ramas tupidas dentro de un sotobosque.
Aunque los lagartos pueden ver colores, en ellos el espectro visible es más amplio del nuestro. ¿Te imaginas si pudiéramos percibir el ultravioleta como lo hacen los Anolis?. Se ha documentado que en Anolis el abanico de algunas especies refleja ese espectro de luz. Así que, además de los colores visibles para el ojo humano, las gulas también reflejan otros espectros de luz, que sin duda son percibidos por otros organismos, como las aves que también pueden detectar el ultravioleta.
El cuerpo de estas lagartijas sería un éxito en un desfile de modas. Franjas, manchas, puntos, líneas, bandas y “chevrons” que son manchas en forma de V invertida, constituyen el repertorio de patrones que podemos apreciar en la piel de los Anolis (Fig. 5).
Figura 5. Patrones de coloración en Anolis. Fotos: Martha Calderón.
Como la diversidad es la norma en Anolis, aunque también hay cuerpos unicolor, como el verde A. chloris o el bellísimo azul en A. gorgonae (Fig. 3), lo más común es observar distintos diseños en la piel dorsal y lateral de los Anolis. Estas diferencias se dan entre especies, pero también entre sexos de una misma especie e incluso hay variación intrasexual del patrón de coloración dorsal.
En la naturaleza lo que te hace llamativo también te expone al peligro y en los Anolis la vida está llena de amenazas. El patrón de coloración podría ser importante para el reconocimiento entre individuos de una especie, pero también influye en qué tan fácil es detectada la lagartija por los depredadores. Tal vez por esto último el patrón de coloración de las hembras, no sólo en Anolis, sino en muchas especies de lagartijas es menos colorido, más críptico y varía más que el patrón de los machos. Se piensa que la mayor variación del patrón en las hembras les permite evadir más eficientemente a los depredadores, lo que es conveniente teniendo en cuenta su papel reproductivo.
El grado de diferencias entre sexos depende del lugar dónde habite la especie, o por lo menos así es en los Anolis de las islas del Caribe. La diferencia en el patrón de coloración de machos y hembras se acentúa más en especies que usan estratos bajos de vegetación y el suelo, y se hacen similares en especies que usan el dosel de los árboles. ¡Qué cosa tan interesante!, ¿será que en las especies que habitan nuestro territorio ocurre lo mismo?
En la morfología de los sexos en Anolis la norma es la diversidad, lo raro es la similitud. ¿Qué descubriremos al estudiar más Anolis continentales?, vamos a averiguarlo.
Bibliografía
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Nota N. 4: 2023
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